«Desde el punto de partida en el mundo digital, el comercio electrónico y todo lo que deriva de los negocios de internet, «China va cinco o seis años por delante», comenta Fernando Aparicio, profesor del MIB del módulo de Ventas, Comercio electrónico y Marketplaces de la escuela de negocios ISDI. «Gigantes como WeChat pudieron ver que era posible construir múltiples modelos de negocio a partir de una mensajería», explica el también director de la consultora Amvos Digital . Los inicios de WeChat se remontan al 2011, año en el que fue creada por el gigante tecnológico chino Tencent como una app de mensajería instantánea, sumamente parecida a WhatsApp. Ahora, sus tentáculos comerciales son numerosísimos.
Los motivos por los cuales este tipo de aplicaciones aún son incipientes en Europa son múltiples. Mucho ha tenido que ver nuestra falta de visión a la hora de imaginar un app «de estilo de vida», como se autodefinen estas aplicaciones que, muy ciertamente, forman parte de la cotidianeidad de sus usuarios. Es decir, en Occidente no hemos podido entender el producto o servicio que se ofrece como un todo, con capacidad de crecer y evolucionar, sino siempre como ‘una parte de’.»